El Taller es como una cocina, allí se pergeñan obras, se pasan recetas para la preparación de colores, fórmulas para llegar a la escultura, sutilezas y secretos, ensayos y experiencias. Y el grupo se nutre de vivencias, las típicas vivencias de los talleres en donde el arte fluye con la charla, el mate y las manufacturas. Es un espacio abierto para el desarrollo de lenguajes diversos, para el encuentro con la imagen interna, para aproximarse a la propia identidad y expresión personal.
“…para mi es una misión, de esas que se disfrutan”, dice Laura y agrega “…es un ir y venir donde se enseña y se aprende…”
La educación por el arte es un camino que se recorre en comunión con el aprender a vivir en armonía .
Niños y Adultos: una experiencia para no perdérsela!!